Todo le llega al que sabe esperar.

Después de varios meses poniendo cafés y aguantando insultos del resto de redactores, por fin puedo firmar yo una crónica. Esa misma paciencia es la que demuestra el público asistente día tras día, y es que parece que el cambio de fechas no afecta a su entusiasmo. Ni tampoco que en la puerta una extraña secta de señoras les embadurnen la cara con maquillajes varios. Pero una vez dentro, ya con el calcetín y la rosa, pudimos comprobar que la noche prometía nada más ver aparecer al ínclito Rubi Montes. Ya iba siendo hora que lo que se supone que es teatro deportivo, lo comentara un profesional de la materia, que al comienzo de su intervención hizo un repaso de la liga al más puro estilo “carrusel”.

Empezaron fuerte ambos equipos, con unas brillantes impros ambientadas en sendos escenarios ferroviarios. La igualdad era la tónica dominante, hasta que los azules superaron una magnífica relentizada del equipo vitaminado con un prodigio de creación colectiva en 30’’, de las mejores impros (si no la mejor) que he visto en ese estilo. El azul en esos momentos tomaba ventaja.

Pero ya en la segunda parte, los naranjas encadenaron dos aciertos notables: su comodín estilo “Amelie” (una impro de 5’ de duración, así se las gasta ÑoÑo, el colegiado en esta ocasión, que realizó una adecuada actuación llevando en todo momento el ritmo del partido, como es habitual en él), y sobre todo una conmovedora dramática. Entre medias, una alternada genial que nos llevó a nuestros tiempos de estudiante (a quién haya salido de ellos). La igualdad y el buen hacer en una estilo de estilos promonárquica, marcó el empate final en el marcador y la consiguiente tanda de penaltis, dónde los naranjas se impusieron con el estilo poético que había marcado su noche. Destacar que los azules se enfrentaban por primera vez al reto de la pena máxima, y que pese a su ánimo posterior, realizaron unos lanzamientos más que correctos.

Así, terminó una nueva jornada de esta liga teatral, con la mitad de la tabla hirviendo.

Fdo. El Becario.