En la pasada jornada esta joven reportera intentó, como viene siendo costumbre entrevistar al árbitro del siguiente encuentro. En esta ocasión el psicótico, Asdruba-lete. Y desde entonces no he conseguido conciliar el sueño si no es atiborrándome de Valiums.
Yo sabía que la cosa tenía su intríngulis, porque el susodicho se encuentra internado en un centro de alta seguridad para enfermos mentales de alta peligrosidad. Que ya querría yo ver a A.R. en una situación como esta. El caso es que la única frase que conseguí que el colegiado dijera fue “¡yo no concedo entrevistas!”, frase escupida cuando uno de sus dos guardianes se despistaron por un momento y el muy animal se abalanzó sobre nosotros. Nuestro fotógrafo Jose, que es un primor, consiguió una foto del dramático momento, que, si bien no le va a facilitar el Pulitzer sí que le costó media oreja porque el pobre, con tanta profesionalidad, corrió menos que esta servidora de ustedes.
Con este estremecedor documento se despide ya la reportera favorita de algunos de ustedes,
Julia Wildford
PD: Jose, desde aquí tus compañeros te deseamos una pronta recuperación, esperamos que las flores fueran de tu agrado. Ánimo y palante. Tú de lo malo piensa que nadie más te llamara soplillo de aquí en adelante.
2 comentarios:
A mi querida Julia:
No contento con aspirar solo a leerte en tus entrevistas y crónicas, me aventuro a escribirte estas lineas.
He de decirte, contrario a tus detractores, que la inteligencia de la que haces gala en tus textos hace que me sienta resucitado de este mundo paleto y envidioso. Tu humor es puntero e hiriente, casi sádico, me encanta.
Gracias por tu trabajo con dedicatoria para todos.
Madre mía este hombre da más miedo que Anibal Lecter!
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